Cuando decidimos realizar alguna dieta o hacer un cambio de alimentación, siempre escuchamos que debemos restringir las grasas.
Pero, ¿de qué grasas están hablando? No todas tienen efectos negativos en nuestro cuerpo y el día de hoy hablaremos de ello.
El consumo de grasa es necesario para sobrevivir; funcionan en nuestro cuerpo como un combustible que nos da energía y nos protege del frío; además de que permiten que nuestro organismo absorba algunas vitaminas como la E, K, A.
Pero claro, la mayoría de las veces hemos abusado de ellas, comiendo tipos de grasas que en lugar de beneficiarnos tapan las arterias y colapsan el corazón, por ello es importante conocer los tipos de grasas que existen y los beneficios o daños que aportan a nuestro cuerpo.
Existen tres grandes grupos de grasas: las insaturadas y las saturadas y las trans. Las primeras son las que ayudan al organismo a realizar las funciones vitales y las dos últimas… no tanto. Te explicamos:
Grasas insaturadas
Las grasas insaturadas son aquellas que encontramos en alimentos como el aceite de oliva, semillas de girasol, aceitunas, aguacate, sésamo, nueces, maní, almendras, avellana, aceite de soya y de uva. Estas grasas puedes consumirlas sin temor porque ayudan a tu organismo a disminuir el colesterol y a realizar funciones básicas.
Dentro de las grasas insaturadas tenemos también algo que seguramente conoces: los omegas 3 y 6; algunos de los omegas 6 están dentro de la lista anterior; pero los omegas 3 están presentes en pescados, que ayudan a la protección del corazón y nivelan la presión arterial.
Grasas saturadas
Ahora bien, tenemos presentes a las grasas saturadas, que como su nombre lo dice, nos saturan nuestras venas y arterias y nos pueden acarrear fuertes problemas de salud. ¿Dónde encontramos estas grasas? Pues en carnes rojas y sus derivados principalmente, como el tocino, mantecas, caldos de res, tuétano, 
nata, etc.
Las grasas saturadas son las que se alojan en nuestro organismo y son muy difíciles de erradicar, esas grasas que se irán directo al torrente sanguíneo y solo pueden ser reducidas utilizando grasas insaturadas.
Grasas trans
¿Puede haber algo peor que las grasas saturadas? Sí. Las grasas trans. Aquellas grasas insaturadas que sufrieron una “transformación” a base de un proceso químico y se convirtieron en algo muy útil para freír sobre todo en la industria de comida rápida.
Encontramos grasas trans en margarinas, alimentos procesados, galletas, papas fritas, en fin. Muy socorridas en la industria de alimentos que actualmente inunda el mercado puesto que los hace más perdurables, y mejoran tanto el sabor como la textura; pero sin duda tienen repercusiones en el aumento del colesterol nocivo en nuestro organismo.
¿Te das cuenta por qué las dietas te prohíben el consumo de grasas? Aun así, puedes acercarte a las insaturadas que van a brindar beneficios en tu cuerpo. Con ésta guía sabrás qué alimentos debes omitir de tus platillos diarios, cuales debes comer de forma moderada y qué tipo de grasas puedes comer libremente.
No todas las grasas son malas, recuerda que si existen nuestro cuadro alimenticio es porque las requerimos, solo que como ya te hemos dicho anteriormente, hay que cuidar lo que comemos y nuestras actividades diarias. No permitas que la vida cotidiana te lleve a comer alimentos poco saludables. ¡Cuídate! ¡Eres lo que comes!