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Utiliza esta rutina para perder peso y veras los resultados

Entre las mayores preocupaciones de las personas hoy en día está el perder peso rápidamente, sin embargo, a pesar de sus intentos no logran conseguir el tan ansiado peso ideal y se sienten insatisfechas con su figura, pero no te preocupes, ahora mismo te enseñaremos una rutina para perder peso con la que verás los resultados desde el primer momento.

¿Qué es una rutina para bajar de peso?

Es una serie de hábitos y actividades que nos van a permitir bajar de peso sin esforzarnos demasiado garantizando nuestra salud al mismo tiempo, lee un poco más y te enterarás por qué.

Información importante sobre la rutina para perder peso

Muchos de nuestros hábitos tanto alimenticios como cotidianos, contribuyen en mayor o menor medida a que subamos de peso como por ejemplo las horas de sueño, el número de comidas que tomamos, las horas en las que tomamos dichas comidas, los alimentos incluidos en nuestras comidas, nuestro estilo de vida etc. En esta rutina no solo te vamos a invitar a realizar más actividad física diariamente sino que te vamos a señalar cuáles son tus hábitos y costumbres erróneas que deberás cambiar para lograr (por fin), bajar de peso.

¿Cómo llevamos una rutina para bajar de peso?

Es importante que hagamos una serie de cambios en nuestros hábitos tanto alimenticios como cotidianos estos cambios son los siguientes:

Lo primero que debemos tomar en cuenta son las horas de nuestras comidas y el número de comidas que tomamos al día, por lo general las personas toman sólo 3 comidas al día, por lo tanto sus requerimientos energéticos se dividen en 3 partes, el problema es que el proceso digestivo no convierte toda la comida en energía de una vez.

Hay algunos alimentos como las grasas y las proteínas que tardan horas e incluso días en ser totalmente digeridas por nuestro estómago lo que hace que a pesar de haber ingerido calorías suficientes con nuestras comidas nos de hambre a media mañana y a media tarde haciendo que nos dé por picotear entre comidas lo que implica tomar más calorías de las necesarias en nuestra dieta.

Para evitar esto debemos dividir las calorías necesarias para nuestro organismo en 5 partes es decir 5 comidas al día de manera que cuando nos de hambre o ansiedad a media mañana y a media tarde podamos comer algo que nos dé una buena sensación de saciedad cubra nuestras necesidades energéticas y nutritivas sin haber comido más de la cuenta, en cuanto a los horarios de nuestras comidas muchas personas tienen la costumbre de cenar tarde lo que es un craso error ya que nuestro organismo está adaptado a disminuir las actividades metabólicas durante la noche entre las cuales destacan los procesos digestivos.

Es decir, la comida que se encuentre en nuestro estómago durante la noche sólo es parcialmente digerida debido a que nuestro organismo detiene el proceso digestivo lo que ocasiona trastornos digestivos y le obliga a almacenar grandes cantidades de energía en forma de grasa haciendo que nuestro peso suba excesivamente, para evitar esta situación los nutricionistas recomiendan cenar ligero y temprano entre las seis y las ocho de la noche de manera que le demos tiempo a nuestro organismo a procesar los alimentos y cuando vayamos a dormir no haya nada en nuestro estómago que se pueda transformar en grasa.

Beber agua, la mayoría de las personas bebe en promedio 1,5 litros de agua al día lo que está por debajo de los 2 litros mínimos recomendados para cada persona esto a pesar de lo que parezca puede contribuir a que aumentemos de peso debido a que nuestro organismo activa mecanismos de defensa reteniendo líquidos para asegurarse de contar con el agua suficiente para sus necesidades metabólicas diarias por esta razón de recomendamos tomar entre 8 y 10 vasos de agua al día (de 250 ml c/u) para asegurarte de que esto no te esté pasando a ti.

Otro truco que te puede servir de ayuda para perder peso es el de tomar un vaso de agua antes de cada comida de esta forma te aseguras de haber tomado un mínimo de 5 vasos de agua al día y además te ayuda a disminuir el apetito y a alcanzar una sensación de saciedad mucho más rápido que si no lo hicieras.

El sueño, si una persona duerme menos de 7 horas al día puede llegar a trastocar los mecanismos de regulación endocrina que regulan nuestras respuestas al hambre y el apetito empujando a la persona a comer más de lo necesario, para evitar esta situación debemos asegurarnos de que dormimos entre 7 y 8 horas al día.

El masticar bien los alimentos, la mayoría de la gente come siempre a la carrera debido a que tienen poco tiempo para comer esto permite que ingieran muchos de sus alimentos enteros o en partes demasiado grande lo que tiene como consecuencia un retraso en el proceso digestivo, para evitar esto debemos asegurarnos de masticar bien los alimentos antes de tragarlos de manera que se mezclen adecuadamente con la saliva (que cuenta con una gran variedad de enzimas digestivas que ayudan a acelerar significativamente el proceso digestivo) y permitiendo que nuestro organismo tenga tiempo de dar la señal de saciedad que indica que hemos comido suficiente.

La actividad física, sin lugar a duda fue esto lo primero en lo que pensaste cuando leíste el nombre de nuestro artículo, indudablemente el hábito del sedentarismo es uno de los principales causantes del sobrepeso y la obesidad en nuestra época razón por la cual muchos médicos y nutricionistas recomiendan encarecidamente el aumento de la actividad física diaria a toda la población como medida de prevención del sobrepeso la obesidad y las enfermedades tanto crónicas como degenerativas que conlleva el tener un IMC demasiado alto, para esto te vamos a dar algunos tips que seguramente te serán de utilidad para cuando comiences a hacer ejercicios.

Lo ideal es que no te estreses con rutinas exigentes y tortuosas, mejor comienza por caminar al menos 30 minutos por día y ve anotando los kilómetros recorridos para que te vayas planteando metas y las puedas ir superando a medida que te vayas acostumbrando a la actividad física, luego puedes hacer los mismos 30 minutos con un trote ligero que aumente la quema de calorías a medida que te vas ejercitando.

Otro truco que te puede ayudar es el de invitar a tu pareja o a una amiga para que haga ejercicios contigo de manera que no te resulte tediosa la rutina, algo muy importante que debes tener en cuenta es ejercitar más seguido la zona donde se te acumule comúnmente la grasa, es decir, si la grasa se te acumula normalmente en brazos y piernas, debes hacer ejercicios que pongan en funcionamiento principalmente los músculos de esas zonas para que la grasa que vayas quemando sea esa precisamente.

Sigue esta rutina diariamente y verás los resultados en poco tiempo.