Si tienes constantes antojos de algo dulce, o sientes mucha ansiedad por el azúcar, has llegado al artículo correcto; aquí te daremos una guía sobre la forma en la que debes actuar para sobreponerte a ello.
Si bien un antojo de vez en cuando no está nada mal, el problema sobreviene cuando cada día necesitamos comer dulces o no podemos estar tranquilos incluso cuando a mitad de la noche, despiertas con esa necesidad.
El azúcar en su modo refinado no es para nada buena para la salud; por supuesto ningún producto que la lleva en grandes cantidades como dulces, pasteles, tartas, etc. Además de engordar es causante de diversas enfermedades como artritis, alergias, diabetes, migrañas, etc.
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Y por si fuera poco, el azúcar acelera el proceso de envejecimiento así que vamos a ver qué podemos hacer para controlar ese antojo. Ya sabemos que por la tarde es cuando viene más antojo de cosas dulces, a veces hasta en la noche estamos buscando algo con azúcar.
Primero que nada rompe con la rutina. Si acostumbraste a tu cuerpo a que reciba cierta cantidad de azúcar diario a esa misma hora, por consecuencia te estás atando a que se convierta en un hábito. Tu cuerpo te lo pedirá. ¡Desacostumbra a tu cuerpo! ¡Fuerza de voluntad!
Si la ansiedad por lo dulce es más fuerte que nada, bueno… levántate y come algo con azúcar pero verifica que sea algo sano: no elijas de tu nevera una malteada; mejor opta por alguna fruta dulce, dátiles, higos… busca cambiar poco a poco.
Incluso como consejo, en el momento que quieras comer algo dulce, toma algunos vasos de agua; esto provocará saciedad y seguramente no te apetecerá comer más dulce.
No cenes carbohidratos porque ellos normalmente provocarán ansiedad por cosas dulces. Si comes muchas proteínas, además de no engordar, satisfacen tu hambre por más tiempo al ser de absorción lenta.
Toma infusiones para relajarte y puedes cenar lechuga, además de no engordar y contener vitaminas, por la noche comerla, te dará efectos tranquilizantes, calmará tus nervios y te olvidarás de los dulces.
Mira, sucede que el azúcar aumenta la cantidad de endorfinas; que es una sustancia que levanta el estado de ánimo. Si el cerebro nota que las endorfinas suben cuando comemos dulces, deja de producirlas de forma natural así que pueden sobrevenir bajones de ánimo que nos piden a nuestro cuerpo, más azúcar. Entramos a un círculo vicioso: entre más azúcar comemos, más azúcar nos pide el cuerpo.
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Recuerda reducir la cantidad de carbohidratos que comes, reduce embutidos y no hagas dietas restrictivas en calorías. Debido a eso tu cuerpo pedirá más reservas de dulce. No excedas en café ni té.
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Una solución muy efectiva para eliminar el antojo de algo dulce es comer algo agrio o picante, limón, jícama, naranja, etc. O quizá puedes mascar un chicle sin azúcar eso te quitará el ansia. Y para finalizar estos consejos también puedes comer cosas duras como zanahoria o manzana o simplemente ¡cepíllate los dientes! ¡Te quitará las ganas de comer dulces!
¡Prueba nuestros consejos y cuéntanos como te va!