
Socialmente se ha inculcado que fumar es un hábito que da status, porte o elegancia. Tanto el cigarrillo, como el puro o la pipa han sido vistos como un signo aceptado, alabado y relacionado con importancia dentro de un rol social.
Grave, grave error haber subido de nivel a un elemento tan nocivo para la salud que día tras día provoca enfermedades cardio respiratorias y la muerte de millones de personas alrededor del mundo.
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Mucha gente, a pesar de que realiza ejercicio constantemente, no puede dejar de lado el cigarro, y se escudan en que ejercitándose eliminarán las toxinas de su cuerpo, lamentamos decirles que no es así. Así seas fumador ocasional (de fiestas, reuniones, etc.) los daños llegan a tu cuerpo aunque seas el mejor atleta.
Seguramente ya lo sabes, pero las personas que fuman de manera habitual tienen mal aliento; constantemente les huele la boca horrible. Claro eso está entre las mínimas consecuencias que tiene el ser un fumador. “Eso se resuelve lavándome los dientes y ya está” Esa es la respuesta más común de aquellos que gustan de fumar y tienen razón pero, ¿quién puede lavar los pulmones, la laringe, los bronquios?
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¿Sabías que todos los químicos que contiene el tabaco en su presentación en cigarros son unos perfectos destructores de la dentadura y de la potencia sexual? Y claro si eres mujer y fumadora, seguramente un día revisarás en el espejo que tus piernas estarán llenas de celulitis y várices y créeme que no habrá ningún ejercicio para reducir esa celulitis.
La nicotina además afecta el sentido del gusto, disminuye nuestra capacidad respiratoria y eleva la presión arterial. Todos esos efectos secundarios han sido repetidos hasta el cansancio y es muy probable que ya ni te provoque sorpresa el conocerlos.
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Sucede que cuando nos encontramos en la posición fumadora, creemos que los daños sucederán en otras personas, menos en nosotros, hasta que un día llega a tu vida una tos constante, unas taquicardias inusuales, algunas señales de aviso que el cuerpo manda cuando ya es demasiado tarde y el daño está hecho.
El cáncer de pulmón es uno de los más comunes en el mundo y se encuentra estrechamente relacionado con personas fumadoras; su tratamiento incluye quimioterapias, radiación y cirugía. ¿Vale la pena pasar por ese calvario de salud? Aun así, si estás decidido a continuar fumando, respeta a quienes no lo hacen, se responsable con el humo de tu cigarro, que no dañe a terceros porque hay mucha gente que aún desea seguir viviendo de forma saludable, lejos de ese mortal vicio.
Los ejercicios para una vida sana deben estar de la mano con nuestro cambio de hábitos y eliminación de vicios. Debe ser un complemento y llevar una vida lejos de aquello que nos perjudica. ¡Hagamos de nuestra estancia en ésta vida un excelente momento! En comunión con nuestra mente, cuerpo y en perfecto estado de salud. Además, te aseguramos que dejando de fumar, ahorrarás mucho dinero y tu bolsillo sin duda, lo agradecerá.