Si constantemente tienes ciertos dolores o molestias, o incluso sufres de una enfermedad crónica que aqueja a una determinada parte de tu cuerpo, es probable que estemos ante un indicador no solo físico si no emocional de que algo no está bien en nosotros.
¿Es posible que los dolores de nuestro cuerpo estén totalmente relacionados a las emociones que tenemos? ¿Reflejan estos un problema emocional más que físico? Muchos especialistas se han dedicado a estudiar la relación que hay entre las enfermedades y las emociones y nosotros en Ejercicios para una vida sana, queremos que tengas una salud completa, tanto física como emocionalmente. Acá te dejamos una lista de los principales focos de alerta que nos indican que algo no está bien con nuestras emociones y que debemos trabajar en ello.
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DOLOR DE CABEZA CONSTANTE
Indica una falta de autoperdón y aprehensión por las cosas que han sucedido y que no has podido evitar. Tienes enojo reprimido, no dejes que las presiones acaben con tu salud.
LOS OÍDOS
Los dolores de oído anuncian que hay cosas que no deseamos escuchar lo que pasa en nuestro entorno. Es parte de una negación de escuchar lo que alguien nos dice ya sea porque nos lastima, nos hiere o porque simplemente no queremos asimilarlo en ese momento.
LOS OJOS
Cuando no queremos afrontar las situaciones y ver lo que sucede a nuestro alrededor, cuando sentimos que hay cosas que van más allá de nuestros propios límites.
LA GARGANTA
Nos duele cuando no tenemos la suficiente capacidad de poder expresar lo que queremos decir, nos frustra el no poder expresar emociones y sentimos que teníamos que haber dicho más. Incluso hasta se nos puede llegar a cerrar la garganta.
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LA ESPALDA
El dolor de espalda representa la carga que sentimos encima por no tener apoyo suficiente en una situación. Incluso puede aparecer cuando tenemos falta de dinero o temor a situaciones financieras. 
LOS PULMONES
Los problemas de salud relacionados con los pulmones, por lo regular indican problemas que tenemos al aceptar algunas situaciones de la vida, Nuestra negación puede incluso enfermarnos a tal punto que podemos desarrollar asma o enfisema sin ni siquiera haber fumado nunca.
EL ESTÓMAGO
Indican miedo y presión por las actividades que debemos realizar para complacer a los demás. Generalmente hablamos de una persona que tiene ciertos problemas de autoestima y no cuenta con el arrojo para enfrentar sus problemas. Todo ese tipo de miedo afecta directamente al estómago. Cuando trabajas directamente en tu autoestima esos problemas estomacales e incluso si llegaran a aparecer úlceras desaparecerán.
LAS RODILLAS
Los dolores de rodillas indican que no tenemos la suficiente capacidad de doblegar nuestro orgullo, que hemos sido egoistas y somos de cierta forma inflexibles. Quisiéramos ir hacia adelante pero somos obstinados y no deseamos cambiar. El dolor de rodillas nos lleva a meditar más sobre nuestros actos hacia los demás.
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LOS PIES
Quien tienes dolor de pies o dificultad para caminar puede indicar que no sabe hacia donde debe dirigir sus pasos o su destino, que no tenga los suficientes estímulos para continuar.
El CÁNCER
El cáncer es una enfermedad con tintes de caracter emocional, con resentimientos almacenados durante muchos años, un sentimientos que ataca quizá desde la infancia con un dejo de desesperanza, con pensamientos negativos e incluso hasta destructivos.
El amarse a uno mismo y perdonar es la clave para no enfermar y sanar nuestro cuerpo desde nuestras emociones.
El PESO EXCESIVO
La obesidad mucho tiene que ver con problemas de tener una necesidad de protección, de sentirse queridos y amados. Es probable que quien sufra de este trastorno, haya sufrido algún tipo de abuso físico, emocional o sexual desde su infancia o que incluso haya sido víctima de burlas y eso le haya generado temor a la vida. . Al trabajar con su autoestima, es probable que se pueda eliminar un poco el problema de sobrepeso.
Como puedes darte cuenta, hay muchas razones que nos llevan a pensar que nuestras enfermedades muchas veces son consecuencia o un reflejo de nuestros sentimientos y pensamientos. Hay que sanarnos desde nuestro interior para poder estar en armonía con nuestro cuerpo.