
Tener una alimentación sana no es cuestión de moda, ni mucho menos un lujo que deban darse unos cuantos; alimentarse de forma adecuada es una necesidad que debemos tener todos los seres humanos y que por desgracia, dejamos en segundo término.
Nuestro cuerpo es como una máquina que debe ser cuidada día a día para que tenga los menores fallos posibles, y uno de los principales elementos que debemos cuidar es “el combustible” que le administramos, aquellos alimentos que van a nuestro organismo y que se convierten en la fuente de nuestra energía y de nuestros nutrientes.
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Una mala alimentación se traduce en falta de energía, vulnerabilidad ante enfermedades, pérdida o aumento de peso y mala salud.
En este artículo queremos darte algunos consejos para que cambies tu estilo de vida y te decidas a modificar tus hábitos de alimentación, porque será la mejor decisión que tomes en tu vida. ¡Toma nota!
- Una alimentación sana inicia cuando dices adiós a aquellos alimentos que sin mucho especular, sabes que te provocan un daño. Como harinas y alimentos procesados, exceso de grasas, golosinas y
pastelitos llenos de azúcares. Aquellas deliciosas tentaciones que no nos traen nada bueno ¡despídete de ellos!
- Debes incluir la mayor cantidad de vegetales y frutas a tu dieta, te recomendamos que busques recetas que disminuyan tu consumo de carnes, de preferencia carnes rojas.
- Come mucho pescado que además aporta Omegas, un tipo de grasa esencial para nuestro organismo.
- Dentro de una alimentación saludable el tomar agua es fundamental, ya que nos ayudará a eliminar toxinas de nuestro cuerpo y lo hidratará, mejorando el funcionamiento renal y hepático. Recuerda tomar al menos 2 litros diariamente.
- Procura eliminar de tu dieta todo aquello que requiere ser frito, elije mejor hornear o simplemente modificar las recetas para no tener la necesidad de freír.
- Puedes realizar semanas de desintoxicación con algún régimen de alimentación como el famoso Detox, en donde podrás consumir zumos de vegetales y frutos que ayudarán a tu organismo a la eliminación de toxinas.
- Nunca pienses que estás haciendo una dieta o que lo que comes no es delicioso; al contrario. Programa tus recetas para que tengas en tu mesa platillos sanos y placenteros.
- Revisa tus porciones de comida. Eres responsable de las
cantidades que eliges comer; eso es parte de la alimentación saludable.
- Si en algún momento de tu vida decidiste que algún alimento saludable no te gustaba, dale una segunda oportunidad, vuelve a probarlo. Con el paso del tiempo nos damos cuenta que en realidad su el sabor de aquel vegetal o fruto o carne que no nos apetecía, ahora no nos resulta desagradable. ¡De verdad!
- Decidan cambiar hábitos en familia; de esa forma les resultará mucho más divertido apoyarse como un gran equipo.
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Como ves, no es difícil mantenerte en armonía con lo que comes, solo hay que modificar algunos hábitos y listo. Recuerda que el cambio debe ser gradual, así evitarás frustraciones innecesarias. Acompaña tu alimentación sana con un buen descanso y ejercicio. ¡Los cambios serán sorprendentes!